Este post es una colaboración de Laeris el Justiciero Nocturno, aspirante a despanzurrador de trepas - pelotas -
lameculos.
Trepas - pelotas - lameculos
Pocas cosas hay en este mundo que
me revienten tanto los cojones como los trepas - pelotas - lameculos.
¿Y por qué?
Bueno, si os hacéis esta pregunta
es que muy probablemente seáis unos putos trepas - pelotas - lameculos. Porque
una característica de estos infames sujetos es que consideran que su
comportamiento es completamente normal.
Si amigos para los trepas - pelotas
- lameculos pasar por encima de los demás, pisar al
compañero/camarada/amigo/hermano, o si se tercia vender a su putísima madre es
algo completamente lógico. Todo sea por la pasta. A no espera, al trepa -
pelota - lameculos no le mueve la pasta. Lo que mueve a esta gente es el placer
de “prosperar” jodiendo al prójimo. Y es que nuestro “amigo” es capaz de todo
por su objetivo, aunque este sea un puesto de becario sin remuneración
económica, con una interminable jornada laboral y desempeñando alguna labor
indigna, incluso para una fulana de un burdel birmano.
Ayúdanos a
acabar con ellos
¿Y cómo se reconoce a esta gente?
Si te haces esta pregunta debes a empezar a preocuparte. Y
es que a los trepas - pelotas - lameculos se le venir de lejos, vamos desde la
puta Estación Espacial Internacional se les ve.
Vamos que los trepas - pelotas -
lameculos son fácilmente reconocibles. Son esos sujetos que siempre están cerca
de jefes - superiores - encargados, con la cabeza un poco inclinada en postura
de eterna reverencia.
¿De verdad
que no sabes dónde hay trepas?
Solo nos queda un consuelo, que todos, absolutamente todos,
los trepas-pelotas-lameculos acaban siendo víctimas de un miembro de su misma
especie. Vamos justicia poética.
Si tú también quieres que publique tus quejas y/o cagamentos dímelo vía mail o en un comentario y yo escupiré toda la mierda que te corroe y no te atreves a soltar personalmente.
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